Ya conocemos la designación de esta profesión: Community Manager o Social Media Optimizer. Mi mayor responsabilidad, entonces, es construir una comunidad, mantenerla viva y sobre, todo activa.
Pero antes de comenzar a pensar de qué manera se construye una comunidad y cómo se mantiene latiendo, es necesario tener muy claro el concepto en sí mismo de comunidad.
Si pensamos en la morfología de la palabra la definición que primero se nos ocurre podría ser un grupo de personas que tiene algo en común y que por ello han decidio compartir una “convivencia” en una plataforma en la que relacionarse, en este caso virtual.
Hoy en día, sin embargo, podemos notar que el término “comunidad” se emplea frecuentemente junto a la designación “de viajeros”. ¿Por qué sí “comunidad de viajeros” y no “comunidad de periodistas” o “comunidad de inmobiliarias”? ¿No os chirrían estas dos últimas opciones?
Frente a las dos últimas opciones, nos solemos encontrar con red social. Hay algunos debates acerca de la diferenciación entre red social frente a comunidad. Hoy menciono a continuación los criterios mencionados en la respuesta que a mí más me ha convencido, pero de la que podrían surgir numerosos debates.
Comunidad: estructura jerárquica descendente, centrada en los intereses, moderada o dirigida por alguien, la temática es conducida, centralizada y estructurada.
Red social: estructura jerárquica ascendente, centrada en la socialización, centrada en el contexto intrasocial, sin moderador y autosuficiente.
Aunque me parece que no cada uno de estos puntos se cumplen a la perfección y que varía mucha dependiendo de qué tipo de comunidad estemos hablando, al menos ya sabemos por qué no me han llamado “Network Manager” :).